¿Qué es un Proyecto de Arquitectura?

El proyecto de arquitectura es el diseño final de un edificio, que se expresa a través de la documentación técnica para desarrollarlo físicamente: planimetrías arquitectónicas y constructivas, modelado tridimensional, especificaciones técnicas, cálculos y memorias de sub-proyectos de especialidades, expedientes generales y ejecutivos, entre otros. Todo ésto desarrollado por los profesionales que faculta la ley, según las distintas competencias, patrocinios y responsabilidades que adquiere cada uno, ya sean arquitectos, ingenieros, técnicos y especialistas del rubro.

Dicho proyecto se orienta a satisfacer las necesidades de un habitante, que requiere de un espacio físico para desarrollar una o varias actividades. Los requisitos particulares de dichas actividades, el perfil del habitante, las exigencias técnicas, de seguridad y normativas, determinarán el programa y las condiciones que deberán poseer los recintos para un uso confortable y seguro. Pero será a través del prisma técnico y artístico del arquitecto, que se determinará el carácter y la identidad del edificio, enfocándose en satisfacer las expectativas del mandante y/o habitante.

El proyecto arquitectónico, según su complejidad, debe llegar a satisfacer múltiples requisitos, te mencionamos los más usuales:

espaciales: superficies y volúmenes de los recintos suficientes para desarrollar cada actividad correctamente.

funcionales: distribución y relación coherente entre los dintintos recintos; circulaciones y estadía; zonas públicas, privadas o mixtas, relación con el entorno inmediato y mediato.

criterios bioclimáticos: proyectar edificio según orientación solar, vientos predominantes, tectónica y relieve, tipo suelo, sombreamientos naturales o artificiales, uso de vegetación perenne o caduca según estaciones y zonas a proteger, control de zonas húmedas, captación de la radiación directa e indirecta.

de confort y habitabilidad: iluminación según actividad del recinto, ventilación forzada o natural (idealmente cruzada), temperatura interior, calefacción, control de humedad ambiente, radiación directa e indirecta controlada, resistencia térmica de materiales, diseño universal para discapacitados permanentes o temporales.

materialidades: los materiales deben ser coherentes con el entorno, el clima y sus temperaturas, idealmente priorizando la asequibilidad de recursos de la propia zona.

de estabilidad estructural: estudio suelo, proyecto de cálculo estructural, resistencia sísmica.

de instalaciones: seguridad y coherencia entre especialidades, cumplimiento de normativa técnica y proyectos de instalaciones sujetos a certificación.

de seguridad: vías de evacuación, resistencia al fuego de materiales y elementos constructivos; correcta proyección de pendientes, escalas, descansos, barandas, antideslizantes, balcones; expulsión de gases, sistemas de extinción de incendios, redes seca y húmeda, accesos controlados, sistemas cerrados de vigilancia.

estéticas: corresponde al estilo propio del edificio; el <lenguaje> plástico que propone el arquitecto; puede reflejar la marca, identidad o proyección del habitante, o las actividades que en el edificio se realizan. En algunos casos respetando características formales de zonas de conservación .

presupuesto: Se debe poner énfasis en el volumen de inversión con el que cuenta un mandante, para proyectar en función de la capacidad económica real que se posee. Se debe evaluar, cubicar y presupuestar en detalle, para que el margen de error sea mínimo, así como lo riesgos de no concretar el proyecto.

de plusvalía y rentabilidad: el proyecto debe significar una inversión rentable per se y para su entorno urbano. Que a mediano y largo plazo el edificio signifique un aumento de plusvalía a los propietarios y al entorno, y que no devalúe el sector en donde se emplaza.

de eficiencia energética: supone un proyecto en donde se aplicaron criterios, diseños y especificaciones eficientes para disminuir el consumo energético del edificio, el costo de mantenimiento y su huella de CO2. Se debe resolver la envolvente térmica, los sistemas de calefacción, los sistemas de agua caliente sanitaria, las energías renovables, los aparatos lumínicos, los tipos de energéticos empleados, entre otros. Todo esto contribuirá a disminuir la huella de carbono que significa el funcionamiento del edificio.

normativos y legales: se debe apegar a lo que dictan las instituciones normativas y fiscalizadoras con respecto al buen ejercicio de la construcción, la edificación, el urbanismo, las redes y sistemas de abastecimiento de energías, las accesos, la carga ocupacional, densidades y demandas de servicios que supone el aumento de población en la zona, gestión de permisos, entre otros.

Esperamos que esta antesala te haya sido de utilidad. Ya que en los próximos artículos seguiremos profundizando sobre el Proyecto de Arquitectura. ¡Nos vemos! Y recuerda, si necesitas alguno de nuestros servicios, puedes contactarnos a:

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Sebastian Castillo