El Sol en la Arquitectura

Nadie podría cuestionar la importancia del Sol a lo largo de la historia de la humanidad. La dependencia intrínseca hacia él como generador de vida, calor y ente imprescindible en el proceso de la fotosíntesis. Lo que influyó directamente en las creencias que surgieron en la mente del hombre, y la necesidad de retribuir dicha dependencia por medio de rituales, monumentos y la arquitectura misma.

Desde el punto de vista práctico, el Sol es una fuente de energía valiosísima, que de ser bien aprovechada, beneficiará de forma extraordinaria la calidad de vida, salud y confort del habitante, mejorando notablemente su existencia. Ya sea aprovechada pasivamente o implementando tecnologías que nos permitan transformar e incorporar su energía calórica en sistemas propios del edificio. La energía calórica del Sol es la principal energía renovable, siendo prácticamente infinita. Lo que permite el reemplazo del uso de energías tradicionales de alta huella de carbono, contribuyendo así a la disminución del calentamiento global.

Si bien es cuestionable si bastará con la incorporación de dichas energías y la tan en boga eficiencia energética; o si se logrará salvar el problema incorporando low, high tech, o ambas; o definitivamente la humanidad tendrá que bajar su estándar de consumo, ya que el planeta no da abasto para que todos vivamos con un nivel de consumo de países primermundistas. Pero dicho cambio, no se generará sin una conciencia global, ni por la aspiración constante -por buena parte de la población- a vivir en esos estándares. Idea que parece irrenunciable.

Uno de los aportes de la radiación solar sobre el ser humano tiene que ver con la influencia en su estado anímico, es sabido que los países más fríos, con períodos invernales notablemente marcados disminuyen y tienden a estados anímicos depresivos y comprobadamente, menos productivos. Es así como la luz bien utilizada, no saturada ni molesta puede contribuir directamente en el confort de las personas. Habitaciones con luz artificial constante u obscuras no generarán estados mentales favorables ni las condiciones para desarrollar correctamente las actividades respectivas.

Además de la salud mental, el Sol cumple un efecto bactericida sobre las superficies y nos permite generar la vitamina D en nuestra piel. La carencia de luz solar en los recintos tiende a enfermar a las personas, sobre todo a la población infante y tercera edad. Esto aumenta el consumo de medicamentos, ausencia laboral y estudiantil, y en el peor de los casos aumenta la tasa de mortalidad. Y en el otro extremo, cuando un edificio recibe demasiada radiación solar, se vuelve inhabitable, altas temperaturas y deshidratación generan problemas cardíacos e insolación. Sumando a esto el despilfarro de recursos y el aumento de la huella de carbono por compensar algo que debió preverse durante el diseño del proyecto.

La incidencia del sol sobre un edificio influye en función de la época del año, su latitud, nubosidad atmosférica, clima, entorno inmediato y relieve; éstos son algunos de los factores externos sobre el edificio. Factores propios del edificio serán: la composición volumétrica, la reflexión y refracción de los elementos, los colores, la transmitancia térmica de los materiales, calidad de la envolvente térmica, entre otros. Todo ésto repercutirá en como la radiación se vuelve beneficiosa o nociva para quien la habita. En las zonas o periodos en que no se puede obtener la iluminación o kilocalorias necesarias para los recintos, se complementarán con sistemas o aparatos de calefacción/refrigeración según corresponda, que igualmente deben haber sido proyectados con altos estándares de eficiencia, y recomendablemente, con una huella de carbono baja.

Es indispensable entonces que la técnica y el conocimiento científico sobre el tema, se conviertan en algo intuitivo, nacido de la praxis, sintetizado por la mente del arquitecto e implementado coherentemente en el edificio. Debiendo comprender como la radiación solar influye en la psique del hombre, su salud física, su confort y lo mas trascendente: cómo contribuiremos a la continuidad de la especie humana, disminuyendo nuestra huella innegable de contaminación sobre el planeta. Con esa premisa, subiremos regularmente artículos refiriéndonos al respecto. Abordando criterios de diseño bioclimático o de tecnologías renovables que permitirán sacar el máximo partido posible de las fuentes energéticas que la naturaleza nos provee. Y apelando, ojalá, a generar algo de conciencia que tienda a generar una simbiosis con el planeta y asumir que somos el principal responsable de lo que suceda con él.

Esperamos que a grandes rasgos, hallamos dado a entender la importancia del Sol en la Arquitectura y su habitante. Los dejamos cordialmente invitados a revisar los próximos artículos.

ARTÍCULOS “EL SOL Y LA ARQUITECTURA”:

<1. Introducción> – <2. El Sol y la Tierra> – <3. Posición Solar> – <4. El Sol en Chile>

Espero que el artículo te haya sido de utilidad, ¡Hasta el próximo! Y recuerda, si necesitas alguno de nuestros servicios, puedes contactarnos a: